Centenares de viviendas de dos pueblos fueron afectadas por el fuerte sismo que se sintió en Bogotá y Cundinamarca

El corregimiento de Santa Cecilia, un pequeño caserío del municipio de Paratebueno, en el oriente de Cundinamarca, casi es arrasado por el fuerte sismo de magnitud 6,5 que en la mañana de ayer sacudió a Bogotá y al centro del país.

Más de 250 viviendas resultaron afectadas, incluido un parador turístico, localizadas sobre la vía que de Villavicencio (Meta) conduce a Yopal (Casanare). Este corredor, de hecho, quedó con visibles grietas y algunas atraviesan sus dos carriles.

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En esta población también colapsó un colegio. El techo y varias de las paredes de las aulas cedieron ante el fuerte movimiento. Y los pupitres, sillas y materiales que eran utilizados por los profesores quedaron desperdigados en el piso.

Santa Cecilia es un lugar donde los viajeros suelen parar para proveerse de amasijos y postres y cuyos pobladores ayer no eran capaces de retornar a las pocas casas que quedaron en pie, por temor a que corrieran la misma suerte de las otras. Por eso muchos decidieron armas carpas en la cancha de fútbol.

En el vecino municipio de Medina, también en el oriente de Cundinamarca, la inspección de Santa Teresita igualmente resultó seriamente afectada. Al menos 100 viviendas quedaron averiadas.

La iglesia del caserío, si bien no se desplomó, sí quedó agrietada, como otras construcciones de esa zona. Allí se ordenó la suspensión de los servicios religiosos y la señalización del atrio para prevenir eventuales accidentes.

El gobernador Jorge Rey señaló que "entre Paratebueno y Medina tenemos más de 350 viviendas afectadas, más de siete iglesias averiadas, más de 15 escuelas con grave afectación".

También dijo que se va hacer un albergue temporal para alrededor de 800 personas en Santa Cecilia y que ya tienen plantas eléctricas, con apoyo de Enel Colombia, y carrotanques que se están llevando desde Bogotá; carpas y ayudas humanitarias.

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"Hacemos un llamado a la Unidad Nacional de Gestión del Riesgo para que de la mano trabajemos en la reconstrucción del centro poblado, pero también atendamos las necesidades del municipio y algunos centros poblados de ese municipio que también están gravemente afectados", afirmó Rey.

Tanto Paratebueno como Medina fueron los dos municipios más golpeados por el sismo de 6,5 grados que se presentó ayer a las 8:08 de la mañana y que, según el Servicio Geológico Colombiano, tuvo como epicentro a Paratebueno. Esta es, de por sí, la zona donde más se registran terremotos en el país, después de la Mesa de los Santos, en Santander.

Como parte de las afectaciones, los pobladores de esa región quedaron ayer sin el servicio de energía eléctrica y con dificultades para comunicarse con el resto del mundo. La señal de internet no entra.

Cerca de las 11 de la mañana, casi tres horas después del fuerte sismo, el Servicio Geológico reportaba 138 réplicas: dos de ellas de magnitud mayor a 4 y diez superiores a los 3,5. En la tarde de ayer, la Unidad de Gestión del Riesgo en Cundinamarca realizaba en la zona una evaluación de las afectaciones sufridas en toda la región.

Aunque en Bogotá el sismo se sintió en toda la ciudad, y la gente salió alertada a las calles, las afectaciones no fueron mayores. Cerca del mediodía, el Instituto Distrital de Gestión de Riesgos y Cambio Climático (Idiger) reportó que la línea 123 había recibido 111 reportes por afectaciones estructurales, principalmente en Suba (13), Kennedy (12), Chapinero (10) y Fontibón (9).

En un balance preliminar, el alcalde Carlos Fernando Galán indicó que “no hay ninguna persona herida” y que algunos ciudadanos habían quedado atrapados por el movimiento de una estructura, pero que ninguna estaba lesionada. También hubo casos de encerrados en ascensores.

“Tenemos daños en fachadas, daños para evaluar también en algunas edificaciones adicionales (...). También hubo un deslizamiento en la localidad de Rafael Uribe Uribe, cerca del sector de San Jorge”, detalló Galán.

En la ciudad se reportaron despredimientos de fechadas en algunas construcciones, pero sin consecuencias para las personas. Y Instituto Distrital de Recreación y Deporte (IDRD) ordenó el cierre de una piscina en San Cristóbal, en la cual se presentó una grieta, y del parque Simón Bolívar, donde se evidenciaron fisuras en uno de los módulos.

En el municipio de Tocaima, Cundinamarca, los habitantes de una vereda alertaron sobre daños en viviendas. El cuerpo de bomberos confirmó que algunas estructuras resultaron afectadas.

Y según la Gobernación, en Sibaté se registró un daño en la iglesia principal, donde se han identificado fracturas y un debilitamiento en su estructura. Como medida preventiva, el templo fue evacuado y se suspendieron todas las actividades litúrgicas.

Una vez se presentó el sismo, la concesión Coviandina, que opera la vía al Llano, ordenó el cierre temporal del corredor, que fue reabierto cerca de media hora después. Sin embargo, una comunidad del Uval, en Usme, bloqueó el paso en ambos carriles por supuestos incumplimientos de la administración local. En San Juan de Rioseco, por su parte, hubo daños en postes de energía y en cables de alta tensión.

Aunque en Villavicencio, a unas dos horas del epicentro del terremoto, se sintió el sismo, solo se presentaron grietas en paredes y pisos y caída de objetos del techo de un centro comercial. Además, un tramo de la vía entre la capital del Meta y el municipio de El Calvario se desplomó.

GUILLERMO REINOSO RODRÍGUEZ

Editor de Bogotá

En X: @guirei24